1 julio, 2022

Categoría: Artículos

Por: Luis Martínez, Director General de Deyde DataCentric.

El concepto de Calidad en nuestro día a día:

S

i buscamos en un diccionario, el término calidad se define como “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permiten juzgar su valor”. Es decir, es un concepto asociado directamente al valor del bien u objeto sobre el que aplica: a mayor calidad, mayor valor. Lo vemos a diario cuando, al ofrecernos elegir entre dos productos similares, siempre, el que nos venden como “de mayor calidad”, lleva asociado un mayor valor.

La calidad además se asocia en muchos casos con el trabajo artesanal, con la especialización. También va ligado en muchas ocasiones con lo atractivo a la vista que sea el producto o con la relevancia de la marca. Y en muchas ocasiones la calidad de un producto se relaciona con el servicio que lleva asociado.

El concepto de calidad lo manejamos constantemente en nuestro día a día, y en muchas ocasiones, sin apenas darnos cuenta.

El concepto de Calidad aplicado también al Dato:

El término “Calidad de Datos” se lleva usando desde hace poco más de 25 años, es decir, es un término relativamente nuevo, pero muy maduro, ya que son muchos más los años en que la misma acción se llevaba a cabo bajo otras denominaciones como “normalización de datos”, “estandarización de datos”, “limpieza de datos”, entre otras.

Podemos definir Calidad de Datos como “el arte o la ciencia de mantener la información de las organizaciones completa, precisa, consistente, actualizada, única y, lo más importante, válida para el fin para el que se creó.”

Si volvemos a la definición inicial, qué indica que “calidad“ es “el conjunto de propiedades inherentes a algo que permiten juzgar su valor”, cuando aplicamos Calidad a los Datos estamos actuando directamente sobre las propiedades de los datos, mejorandolas y, por tanto, aumentando su valor. Invertir en Calidad de Datos es incrementar el valor de un bien tan importante como son los datos.

Relevancia actual de la Calidad de los Datos:

En cualquier caso, hoy es un término que se ha convertido en fundamental en todos los procesos de negocio de las compañías. Para una gran mayoría de las empresas, los datos constituyen su principal activo. Manejar datos de mala calidad es muy costoso en tiempo y en dinero y puede llevar a los responsables de las compañías a tomar decisiones equivocadas.

La importancia de la Calidad de los Datos para la competitividad de las empresas es innegable. Pero además de esta relevancia dentro de las empresas, que se lleva dando desde hace años, otros hechos más cercanos, como el impacto de todo lo relacionado con el Dato en el mercado; el progresivo aumento de organizaciones públicas y privadas que fomentan los aspectos más técnicos y académicos de este concepto; la generación de comunidades y grupos, tanto físicos como virtuales (a través de redes sociales, por ejemplo) para hablar de Calidad de Datos; o la existencia de expertos en la materia, entre otros, son indicativos del avance y la importancia de la Calidad del Dato más allá del mundo empresarial.

En los últimos años, donde nos rodean una sucesión de crisis económicas, sanitarias y sociales, podemos determinar que, si bien en momentos de bonanza la Calidad de Datos es necesaria, en momentos de crisis es imprescindible.

Cuando la economía funciona se puede invertir mucho dinero en captar nuevos clientes; pero cuando no funciona, hay que invertir en tratar de retener a los que tenemos y, para esto, hay que conocer al cliente. Y para conocer al cliente, se hace imprescindible disponer de Datos de Calidad.

Aplicación de la Calidad de Datos:

La aparición de los primeros sistemas de Calidad de Datos, iba ligada a las acciones de marketing directo: las empresas querían minimizar el impacto económico de las devoluciones postales y evitar realizar envíos postales duplicados. En definitiva, ahorrar costes. Y esto era algo que conseguían aplicando Calidad de Datos.

La llegada de nuevas vías de comunicación con el cliente, como SMS, email, redes sociales, etc., supuso una reducción de los envíos postales. Pero el incremento de los procesos de comercio electrónico, los procesos de transformación digital y la proliferación de soluciones que permiten obtener información a partir del dato del cliente, siguen manteniendo vigentes aquellos procesos iniciales de Calidad de Datos.

Por ejemplo, la validación de direcciones de entrega, optimizando las rutas y conociendo las preferencias de horario de entrega del cliente, en los procesos de logística y distribución; o la optimización de los procesos de onboarding digital, aplicando Calidad de Datos para procesos de verificación de identidad e identificación de cliente único; o la homogeneización y verificación de la información que vamos a trasladar a nuestro sistema de Inteligencia de Negocio para obtener información válida que nos permita tomar decisiones inteligentes, son algunas de las ventajas diferenciadoras que podemos obtener aplicando soluciones de Calidad de Datos.

El futuro nos depara una creciente necesidad de estas soluciones, dado que cada vez son más las decisiones que se toman de forma automatizada en torno al dato, y un dato sucio y sin calidad supone poder tomar una decisión errónea.