Categoría: Artículos
Autor: Pablo Mlynkiewicz
Head of Data Governance de Data Governance Latam
30 mayo, 2024
. 3 minutos de lectura.
Está claro que hace varios años estamos en la era de la información, a pesar de que varias empresas (grandes eh!) siguen en ese camino, lento a veces, de transformación digital. Es en ese proceso que se vislumbra y se afirma que los datos se convirtieron en EL activo estratégico más importante para las organizaciones.
Las empresas que logren aprovechar el poder de los datos de manera efectiva serán las que obtengan una ventaja competitiva significativa. Sin embargo, el simple hecho de recolectar y almacenar grandes cantidades de datos no es suficiente. Es necesario implementar sólidas prácticas de Gobierno del Dato y Data Management para convertirse verdaderamente en una empresa data-driven. Es evidente que con la mera tecnología no alcanza, el cambio es cultural ante todo.
El Gobierno del Dato es un conjunto de procesos, estándares, políticas y métricas que garantizan el uso efectivo de los datos a través de toda la empresa. Establece la estructura de toma de decisiones respecto a los datos, asignando roles y responsabilidades claras. Además, define las reglas y lineamientos para la gestión, calidad, seguridad y privacidad de los datos. Un Gobierno del Dato robusto es fundamental para crear una cultura de confianza en los datos y fomentar su uso estratégico en la toma de decisiones. Sirve para garantizar la fuente de la verdad dentro de la organización.
Por otro lado, el Data Management se enfoca en las actividades operativas y técnicas necesarias para recolectar, integrar, almacenar, procesar y distribuir los datos de manera eficiente. Implica la implementación de herramientas y tecnologías adecuadas, así como la definición de procesos estandarizados para garantizar la disponibilidad, calidad y accesibilidad de los datos a lo largo de su ciclo de vida. El gobierno de datos, solemos decir, es un subconjunto del Data Management, pero en este caso, el corazón de la gestión de los datos.
Ambas disciplinas permiten a las organizaciones aprovechar el valor oculto en sus datos, impulsando la innovación, optimizando operaciones, mejorando la experiencia del cliente y obteniendo una ventaja competitiva sostenible.
Una empresa verdaderamente orientada por datos se caracteriza por tomar decisiones basadas en evidencia, en lugar de suposiciones o intuiciones. O por lo menos, permite medir la distancia entre la decisión tomada en base a la intuición y a la basada en evidencia, calculando el costo o efecto de la suposición.
Las organización data-driven utilizan análisis avanzados para obtener insights valiosos y anticipar tendencias. Además, fomenta una cultura de datos, donde los empleados de todos los niveles tienen acceso a la información relevante y las habilidades necesarias para aprovecharla.
En resumen, el camino hacia lo data-driven requiere una sólida estructura de Gobierno del Dato y prácticas maduras de Data Management. Estas disciplinas garantizan que los datos sean tratados como un activo estratégico, promoviendo su uso responsable y efectivo en toda la organización. Las empresas que logren dominar estas áreas estarán mejor preparadas para prosperar en la economía digital impulsada por los datos.